Zoido denuncia la pasividad del alcalde ante la crisis

El portavoz del PP en el Ayuntamiento, Juan Ignacio Zoido, denunció que al alcalde, Sánchez Monteseirín, «le da igual» la crisis económica «que hace estragos en Sevilla», pues no ha adoptado medidas útiles para luchar contra ella ni tampoco acepta las propuestas de la oposición, por lo que «ni come ni deja comer».
Zoido recordó que la tasa de paro ha aumentado en Sevilla un 36,26% en el último año y que actualmente hay más de 66.000 sevillanos desempleados, por lo que lamentó que éstos «se llevan un desengaño tremendo al ver que el Gobierno local no les echa cuenta».
Las recetas para minimizar los efectos de la coyuntura económica pasan por «fomentar y no obstaculizar» la creación de empresas ni el funcionamiento de las ya existentes, aumentar los planes de formación para los parados, rebajar la presión fiscal y sanear las cuentas municipales con una buena gestión, merced a la «austeridad y a reclamar el pago de las deudas que mantienen el Estado y la Junta de Andalucía con el Ayuntamiento».
Zoido instó al alcalde a «no gastar tanto dinero en publicidad y propaganda ni en subvenciones a Cuba» y utilizarlo para ayudar a las familias y empresarios sevillanos. Además, le reprochó que «no haya aceptado las medidas que los 15 concejales del PP le pusieron en bandeja» para luchar contra la crisis, aunque aventuró que «en 2011 todas ellas estarán al servicio de los sevillanos porque habrá un Gobierno comprometido con ellos bajo las siglas del PP».


Juan Ignacio Zoido participó en una mesa redonda con empresarios y asociaciones, como la CES, Aprocom o Ceacop, entre otras, sobre cómo salir de la crisis. En la cita también estuvo Fátima Báñez, portavoz de economía del PP en el Congreso de los Diputados, quien reclamó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que adopte «más medidas que ofrezcan soluciones reales a los problemas, algo que no existe en los doce planes distintos que ya ha presentado». Báñez recordó que uno de cada cuatro parados en España es andaluz y ocho de cada diez desempleados en Europa son españoles.